Cuando algo se acaba...

Hoy puedes ser la persona más feliz del mundo, sentirte la persona más afortunada del mundo y simplemente sentir que no te falta absolutamente nada en el mundo. 

Pero lo que tal vez no te puedes imaginar es que todo lo que tienes hoy, mañana te puede faltar. 

Y así pasó, pasó que de la noche a la mañana todo cambió, cambió la rutina, cambiaron las personas, cambiaron las historias y cambiaron los lugares. Cambió todo y nunca entendí por qué. 

No lo entendí porque se me olvidó aprender una lección de vida, se me olvidó aprender que la vida juega sin normas... y nunca me imaginé lo peligroso que podría ser eso. De verdad, nunca lo imaginé.

Nunca imaginé el porqué cuando ya tienes todo, cuando no te falta de nada es cuando algo se acaba y se va. Se va para siempre, sin fecha de regreso. 

Nunca imaginé el como es todo cuando algo se acaba por que nunca lo había vivido, pero tampoco nunca imaginé que entre tanta oscuridad se podía ver algo de color...

Y así fue como sin imaginármelo empecé a ver algo de color entre tanta oscuridad... Una oscuridad que estaba llena de miedo, miedo a conocer la otra realidad, pero a la vez un color que estaba lleno de ganas, ganas de arriesgar y de vivir...

Y finalmente entre tanta oscuridad y un poquito de color, fui capaz de imaginarme el blanco y el negro juntos... fue ahí cuando comencé a imaginarme una vida llena de aventuras, de locuras y de personas donde el arriesgar y el vivir era algo necesario...